¿Qué es el Aborto?
El aborto (del latín abortus) es la interrupción y finalización prematura del embarazo de forma natural o voluntaria. En un sentido más amplio, puede referirse al fracaso por interrupción o malogramiento de cualquier proceso o actividad.
¿Es un feto un ser humano (una persona) en desarrollo?
Sí. Un ser humano se define como cualquier miembro de la especie homo sapiens. Cada
ser humano individual tiene su propio código genético (ADN) que es singularmente único y que se establece al momento de la concepción. El ADN de un feto es distinto al de los animales, aves y peces y aún del de la madre.
“No toda carne es la misma carne, sino que una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de las aves”.
Evidencias de que el feto es una persona
Evidencia científica
El reconocido genetista Jerome LeJeune, M.D., Ph.D., de la Facultad de Medicina de la Universidad René Descartes de Paris declaró: “Si se considera que un huevo fertilizado no es un ser humano completo, nunca llegará a serlo, porque se le tendría que añadir algo. Pero sabemos de cierto que esto no ocurre”.
Evidencia bíblica
Juan el Bautista demuestra claramente que un niño no nacido es una persona porque “la criatura saltó de alegría en su vientre” cuando todavía se encontraba en la matriz.
Dios participa activamente en el desarrollo más incipiente de la persona aun antes de que el niño tenga apariencia humana. (Salmos 139:16)
“Antes que te formase en el vientre [yo Dios] te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
Video:Todo a su tiempo
Síndrome de post-aborto (S.P.A.)
El S.P.A. es un desorden de estrés post-traumático que muchas mujeres experimentan después de un aborto. Ellas pueden mostrar una o varias de las incapacidades siguientes:
- No pueden procesar las emociones relacionadas con el aborto.
- No pueden procesar la pérdida después de la muerte de su bebé.
- No encuentran la paz con Dios, con ellas mismas ni con quienes participaron en la decisión de abortar.
- No pueden aceptar que tienen el valor que Dios les ha dado.
“Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí”.
Versículo clave para memorizar
Reconozca que Dios conoce al niño no nacido en forma personal.
“Antes que te formase en el vientre [yo Dios] te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”
¿Qué puede hacerse para sanar las heridas emocionales de una mujer que ha abortado?
Sabiendo lo que sucede en las emociones de la mujer desde el momento del aborto, ella puede dar algunos pasos para iniciar el proceso sanador.
“Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas”
Cómo sanar el corazón herido
Dios ofrece sanidad para todo corazón humano. Aún después de haber pecado, existe una forma bíblica de ponerse a cuentas con Dios y también debemos tratar de estar bien con los demás.
Acepte su responsabilidad personal. (Salmos 32:5)
- Deje de culpar a otros o a sus circunstancias por el aborto.
- Reconozca que en última instancia, la decisión de abortar es de la madre.
- Acepte que es verdad lo que Dios dice en cuanto a que el aborto es una opción equivocada.
Acepte los recuerdos. (Proverbios 20:5)
- Decida resolver la negación.
- Recuerde las emociones negativas que la inundaron a la hora del aborto.
- Hable de su experiencia con una amiga de confianza o con un consejero sensible.
Apóyela con amor fiel y firme. (Proverbios 3:3)
Trátela con respeto, como una hija de Dios. (1 Pedro 3:7)
- Confírmele su valor. (Proverbios 18:22)
- Asegúrele que tiene mucha estima a los ojos de Dios. (1 Juan 3:1)
Acepte el luto. (Eclesiastés 3:4)
Pasaje clave para leer y meditar (Salmos 139:13-16)
- Ponga nombre a la criatura, y acepte que un niño real y vivo fue víctima del aborto.
- Realice un funeral como memorial.
- Entregue a su hijo a las amorosas manos de Dios.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Salmos 34:18).
Ayuda del esposo para sanar
Usted puede demostrar el amor de Cristo a su esposa de las siguientes maneras:
- Escúchela con compasión. (Eclesiastés 3:7)
- Responda sin ira cuando ella esté enojada. (Proverbios 15:1)
- Llore con ella por la pérdida sufrida. (Romanos 12:15)