Aprendiendo a no caer
En el muelle de madera, el experimentado pescador ata cuidadosamente el anzuelo al hilo, luego coloca en él la carnada que seducirá al pez. El experto pescador sabe que para pescar cierta clase de peces, necesita una clase específica de carnada… una mosca seca para pescar truchas, gusanos para los robalos, o carnadas olorosas para el pez gato. Pero, lo que el pez no sabe es que “no todo es lo que parece”. En cuestión de segundos, ante la tentadora oferta, muerde el anzuelo, pelea por zafarse y ¡el resultado es un delicioso filete de pescado servido en la mesa del pescador!
Todos sabemos bien lo que significa ser seducidos por una mentira; recibir la oferta de algo que promete ser bueno, pero que al final no conviene. La tentación es la carnada atractiva que esconde el anzuelo mortal. Pero, ¡ánimo! Usted no tiene porqué morderlo.
“Hay camino que al hombre le parece derecho: pero su fin es camino de muerte”. (Proverbios 14:12)
Verdades torcidas acerca de la tentación
- Verdad torcida: “La tentación es pecado”.
Verdad: La tentación no es pecado. Jesús fue tentado en todo, pero no pecó. (Hebreos 4:15)
- Verdad torcida: “¡Dios me está tentando!”
Verdad: La tentación no viene de Dios, pero él la permite. (Santiago 1:13)
- Verdad torcida: “¡El diablo me hizo caer!”
Verdad: La tentación es el intento de Satanás de seducirnos a pecar, pero podemos resistirlo. (Santiago 4:7)
- Verdad torcida: “Es una santa, la tentación no es un peligro para ella”.
Verdad: Todos somos tentados, sólo que en diferentes áreas. De hecho, el creyente maduro está sujeto a tentaciones mayores. (1 Corintios 10:12)
- Verdad torcida: “Esta tentación es demasiado para mí. No puedo vencerla”.
Verdad: La tentación puede estar más allá de su control, pero no está más allá del control de Dios. (Proverbios 3:26)
Cómo se desarrolla la tentación
- La tentación es experimentada por todos.
- La tentación ocurre con frecuencia en el área donde hemos caído en el pasado.
- La tentación comienza en la mente.
- La tentación se aprovecha de lo que nos atrae y de nuestros temores.
- La tentación aparentemente satisface necesidades legítimas, sin embargo las suple de manera ilegítima y en el momento equivocado.
- La tentación nos vence cuando el corazón no está “en guardia”.
- La tentación recurre a la justificación para acallar la conciencia.
- La tentación se vuelve implacable y urgente.
- La tentación provee oportunidades fuera de lo común para caer en pecado.
“Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil”. (Mateo 26:41)
La fórmula para la libertad y el autocontrol
Un propósito nuevo + una prioridad nueva + un plan nuevo = una vida transformada
- Decida reflejar el carácter de Cristo. (Romanos 8:29)
- Decida cambiar sus antiguos hábitos por otros nuevos. (Romanos 12:2)
- Decida confiar en la fortaleza de Cristo, no en sus propias fuerzas. (Filipenses 4:13)
- Decida hacer suyo el regalo divino del auto-control. (1 Pedro 1:13)
Versículo clave para memorizar
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. (1 Corintios 10:13)
Pasaje clave para leer y meditar
Romanos 6
“Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”. (1 Pedro 1:13)
Cómo resistir la tentación
En la lucha contra las tentaciones de Satanás hechas a “la medida”, aprenda a estar firme confiando en el Señor.
Reconozca la fuente de la tentación. (Efesios 6:12)
- Entienda que Satanás es el autor de todo pensamiento de tentación.
Asuma que ganará la guerra. (Romanos 8:37)
- Espere que haya muchas batallas.
- Esté seguro de que Cristo ganará esta guerra por usted.
Analice su corazón. (1 Pedro 5:6)
- ¿Sabe que la tentación le revela alguna necesidad no satisfecha?
Visualice las consecuencias. (Salmos 38:3)
- Piense acerca de la culpabilidad y la vergüenza que pasará.
- Piense acerca del dolor que puede provocarle a los demás.
Sienta la presencia de Dios. (Hebreos 4:13)
- Dios está con usted en todo momento.
- Dios conoce sus necesidades y deseos.
Transforme sus pensamientos a través de la verdad. (2 Corintios 10:4–5)
Busque la voluntad de Dios y sus caminos a través de la lectura de su palabra.
“Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado” (Hebreos 12:4)
El camino de regreso al hogar
Isaías 30 ilustra la relación de Dios con su pueblo Israel que había sido rebelde, mentiroso y desobediente. Pero a pesar de su rebelión, Dios les reveló su compasión y provisión para que volvieran a él.
- Arrepentimiento (Isaías 30:15)— El arrepentimiento requiere sinceridad total delante de Dios. Es reconocer nuestra responsabilidad por lo que hicimos y decidir alejarnos de la tentación.
- Descanso (Isaías 30:18)— Acepte la gracia de Dios hacia usted cuando le ofrezca su perdón.
- Regrese (Isaías 30:19)— ¡Pida ayuda! Dios lo escucha y responderá su oración.
- Reciba (Isaías 30:21)— Una vez que se vuelva a Dios, debe aprender cuál es el propósito divino para su vida.
- Recuperación (Isaías 30:22)— Al irse sometiendo al poder de Dios, el pecado perderá dominio sobre usted.
- Regocíjese (Isaías 30:23–26)— Dios siempre bendice a un corazón pródigo cuando éste vuelva al hogar.
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