Descripción Nehemías—El administrador piadoso

El administrador piadoso tiene un llamado de Dios, un carácter desarrollado por Dios en él y una conducta que también refleja al Señor.

Empatía con sus empleados—Nehemías 1:5

Entiende el concepto de autoridad— Nehemías 1:5

Corazón de siervo—Nehemías 1:6

HumildadNehemías 1:6–7

ResponsabilidadNehemías 1:6–7

FidelidadNehemías 1:8–9

Dominio propio—Nehemías 2:2–3

LealtadNehemías 2:5

PrevisiónNehemías 2:6–8

IniciativaNehemías 2:7–9

SabiduríaNehemías 2:11–16

Hace equipo—Nehemías 2:17–18

OrganizaciónNehemías 3:1–32

LiderazgoNehemías 4:13–14

DiscernimientoNehemías 4:19–20

DecisiónNehemías 4:22

JusticiaNehemías 5:6–7

El propósito de su trabajo no debería ser sólo cumplir con sus objetivos, sino cumplir el propósito de Dios para usted. —June Hunt

“ Desde que perdí mi trabajo, he estado muy irritable, lo cual no es normal en mí. ¿Por qué estoy tan enojado?”

No necesariamente ha cambiado su carácter, sino que debe estar experimentando una reacción temporal provocada por el estrés de haber perdido la seguridad de un empleo. Hay cuatro causas básicas para el enojo: dolor, injusticia, temor y frustración.

Si está experimentando una o más de estas emociones, entonces su enojo puede provenir de ella. Una vez que haya identificado el origen de su enojo, puede hacer un plan para confrontar la causa básica y muy pronto se dará cuenta de que puede manejarlo bien. El enojo es como una señal de advertencia en el panel de control de su auto que le alerta de que hay un problema en el interior. El enojo le alerta del problema dentro de sus pensamientos, emociones, cuerpo y/o espíritu.

Primero que nada, identifique la raíz del problema y luego coopere junto con el Señor. Al aplicar sus verdades, permita que él haga la “reparación” que usted necesita.

“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”. (Efesios 4:26–27)

Lista de quejas

Muchas personas no están satisfechas en su trabajo porque…

  • El sueldo es muy bajo.
  • No hay oportunidad de crecimiento.
  • No hay suficientes prestaciones.
  • El nivel de estrés es muy alto.
  • La jornada es demasiado larga.
  • El trabajo no ofrece ningún reto.
  • La ubicación no es conveniente.
  • No tienen suficiente responsabilidad.
  • La administración es incompetente.
  • Tienen demasiada responsabilidad.
  • El jefe es muy exigente.
  • Las condiciones de trabajo son deprimentes.
  • Los compañeros de trabajo no son agradables.
  • No existe desafío para alcanzar las metas.
  • No hay seguridad de mantener el trabajo.

“Haced todo sin murmuraciones y contiendas, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”. (Filipenses 2:14-15)

Considere hacer un cambio

Cuando pierda su empleo

  • Debido a que ha sido reemplazado por algún avance tecnológico
  • Debido al recorte de personal por bajas en el mercado
  • Debido a una discapacidad física

Cuando necesite mayores ingresos debido a un cambio en su estilo de vida

  • Divorcio
  • Muerte del cónyuge
  • Aumento en el número de miembros de la familia o responsabilidades

Cuando su mejor esfuerzo no es suficiente

  • Evalúe su nivel de esfuerzo.
  • Evalúe sus actitudes.
  • Evalúe su preparación y habilidades naturales.

Cuando se sienta presionado a comprometer sus principios

Versículo clave para memorizar

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. (Colosenses 3:23)

Pasaje clave para leer y meditar

El libro de Nehemías

Éxito vs. estrés

Vea su empleo desde la perspectiva de Dios. (Colosenses 3:22-25)

Acepte que Dios dirige los acontecimientos de su vida. (Jeremías 10:23)

Baje sus expectativas; no existe el empleo perfecto. (Génesis 3:17-18)

Comience cada mañana en oración y entregue el día a Dios. (Salmos 118:24)

Ore por su empleador y por sus compañeros de trabajo. (1 Samuel 12:23)

Permita que Cristo se refleje a través de usted cada día. (Filipenses 2:13)

Aprenda a hacer peticiones correctas a su empleador. (Proverbios 22:11)

Ponga su futuro en las manos de Dios. (Mateo 6:25-27)

“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”. (2 Corintios 12:9)

Aprenda a hacer peticiones de manera adecuada

Autoridad— ¿Me estoy sometiendo a la autoridad de mi empleador, dada por Dios?” (Efesios 6:5–9)

Posición— ¿Estoy cumpliendo con mis responsabilidades? (1 Samuel 15:22)

Propósito— ¿Son puras mis motivaciones? (Job 8:6)

Entrevistas— ¿Tengo una actitud positiva en la entrevista, manejo bien mis convicciones personales? (Proverbios 16:23)

Aceptación— ¿Estoy listo para aceptar cualquier respuesta del Señor? (Proverbios 21:1)

Lealtad— ¿Sigo siendo leal a mi empleador aunque haya rechazado mi propuesta? (Rut 1:16)

“El que ama la limpieza de corazón, por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey”. (Proverbios 22:11)

Temas relacionados con el empleo

  • Cómo resolver los conflictos: Solucionando los problemas con otros
  • Libertad financiera: Secretos para manejar el dinero sabiamente
  • Propósito para vivir: Cómo establecer sus prioridades
  • El estrés: Cómo impedir un colapso nervioso
  • Al éxito a través del fracaso: La escalera del éxito
  • Adicción al trabajo: La senda al colapso nervioso