Sembrando las semillas espirituales
¿Puede un niño entender la realidad de un Dios invisible?
¿Puede un niño entender la salvación y el significado de la muerte de Cristo en la cruz?
Algunos dicen que se debe esperar a que los niños crezcan para hablar con ellos acerca de la fe, la salvación y otros temas espirituales, cuando alcancen la edad en que puedan entender las cosas abstractas.
Más tarde, durante sus años de adolescencia se podrá razonar mejor con ellos… de mente a mente y de intelecto a intelecto.
Sin embargo, los padres que esperan tanto tiempo descubren que tardaron demasiado, porque sus hijos han crecido sin raíces espirituales… debido a que no plantaron las semillas de la verdad en sus primeros años.
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. (Proverbios 22:6)
- Mito: “Los niños pequeños son intelectualmente incapaces de responder a la salvación”.
Verdad: Los pequeños son más capaces que los adultos de responder al mensaje de la salvación.
- Mito: “Los adultos no deberían imponer sus creencias religiosas a los niños, porque todavía no están listos para creer. Cuando los niños crezcan y sean adultos, entonces podrán decidir”.
Verdad: Los niños dan señales de cuándo ya están listos para cambiar y recibir a Cristo como su Salvador.
“En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: ¿Quién es el mayor en el reino de los cielos? Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ése es el mayor en el reino de los cielos”. (Mateo 18:1-4)
Los niños poseen…
Curiosidad
- Los niños hacen preguntas acerca de todo con bastante entusiasmo.
Humildad
- Los niños están acostumbrados a vivir bajo autoridad, por tanto, aprenden con más facilidad.
Imaginación
- Los niños pueden aceptar lo invisible.
Confianza
- Para los niños es muy fácil creer en lo sobrenatural.
Dependencia
- Los niños dependen de los adultos para su protección y provisión.
Memoria retentiva
- Los niños pueden retener en su mente lo que no pueden entender más fácilmente que los adultos.
Avidez por los regalos
- Para los niños es muy natural recibir un regalo sin sentir que tienen que ganárselo.
Un corazón sensible
- Los niños no tienen patrones de pecado enraizados en su corazón, ni adicciones, ni pensamientos negativos que hacen difícil dejar su “antigua manera de vivir”.
Los niños están listos para escuchar el evangelio cuando…
Tienen que vivir con las consecuencias de su comportamiento negativo
- tienen sentimientos de culpabilidad y vergüenza
Expresan preocupación por el futuro
- temen a la oscuridad, separación, tormentas, muerte
Hacen muchas preguntas
- “¿qué le pasa a la gente cuando muere?”
Drásticamente cambian su comportamiento
- se retraen o son demasiado sensibles
Se someten a la autoridad positiva
- dejan el espíritu de rebeldía
“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”. (1 Pedro 3:15-16)
Versículo clave para memorizar
“Y [Jesús] dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos”. (Mateo 18:3)
Pasaje clave para leer y meditar
Pasos prácticos para preparar el corazón de un niño
Refleje el carácter de Cristo. (Tito 2:7–8)
Alabe a Dios en presencia de su hijo por bendiciones específicas recibidas. (Salmos 34:1)
Toque o cante canciones cristianas con su hijo. (Salmos 66:1–2)
Coloque cuadros y fotos con contenido espiritual en su casa. (Deuteronomio 6:5–9)
Provea un tiempo para leer y hablar acerca de las Escrituras en el devocional familiar diario. (2 Timoteo 3:14–15)
Prepare versículos bíblicos en tarjetas para memorizar. (Salmos 119:11)
Ore en voz alta con y por su hijo. (Colosenses 1:9–10)
Procure que sean una prioridad los cultos o programas espirituales regulares. (Proverbios 22:6)
Practique juegos creativos que coloquen a Dios en el centro de su mente.
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús”. (2 Timoteo 3:14-15)
Cómo presentar las buenas nuevas en cuanto a…
- Dios (Génesis 1:1; Jeremías 31:3)
- Pecado original (Salmos 51:5; Santiago 4:17)
- Ofrenda por el pecado (Juan 3:16; 1 Juan 3:5)
- Muerte y resurrección (Isaías 59:2; 1 Corintios 15:3–8)
- Necesidad (Romanos 10:13; Juan 3:17–18)
- Vida eterna (Romanos 8:1; Juan 11:26; Filipenses 1:6)
- La palabra de Dios (2 Timoteo 3:16; Salmos 119:105)
- Oración de salvación (Isaías 53:6; 1 Pedro 3:18; Romanos 10:9)
“Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. (Deuteronomio 6:6-7)
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