Cuando la vida parece injusta
Debemos reconocer que todos hemos dicho alguna vez para nuestros adentros: ¿Por qué? ¡No es justo! ¿Cómo pudo suceder…? Los porqués de la vida nos confunden porque estamos de este lado del cielo. No obstante, cuando lleguemos a nuestro hogar celestial, veremos que nuestras aflicciones nos hicieron comprender mejor a otros, nuestras lágrimas nos tornaron más tiernos y nuestros dilemas nos acercaron más al Señor.
Por ejemplo, un estudiante sufre una fractura cuando sale despedido por la ventana de un automóvil que choca. Como resultado, queda paralítico del cuello para abajo, destinado a vivir los siguientes cuarenta años luchando por superar los desafíos de su discapacidad. A veces la vida nos parece injusta. Es más, muchas personas han dicho: “¿Por qué? ¿Por qué permite Dios algo tan cruel?” En ninguna parte de las Escrituras se analiza la justicia de Dios con mayor profundidad que en el libro de Job. A pesar de sus grandes pérdidas, Job hizo una pregunta muy profunda, misma que todos debemos considerar cuando enfrentamos la tragedia.
“¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?” (Job 2:10)
“¿ Es Dios siempre justo y recto?”
Sí. Siempre. La justicia es parte de su naturaleza básica.
“Justo es Jehová en todos sus caminos, y misericordioso en todas sus obras”. (Salmos 145:17)
W. E. Vine explica el término justo en relación con Dios diciendo: “se refiere al perfecto acuerdo entre su naturaleza y sus actos, en lo cual él es la norma para todos los hombres”.
“¿ Cuál es el problema que presenta la maldad?”
El problema de la maldad tiene tres componentes:
- Dios es todo bondad.
- Dios es todopoderoso.
- La presencia del mal es evidente en el mundo.
El problema de la existencia del mal consiste en creer que éste es una prueba de que no existe un Dios todopoderoso que es todo bondad. Se argumenta que un Dios bondadoso desearía eliminar el mal y un Dios todopoderoso tendría el poder para hacerlo.
“Antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias”. (Lamentaciones 3:32)
El problema del mal
- Dios es bueno. (Deuteronomio 32:4)
- Dios es todopoderoso. (Isaías 46:10–11)
- El mal y sus consecuencias (pecado y sufrimiento) están presentes en el mundo. (Isaías 53:6)
Pero…
- En ocasiones, Dios permite o causa el sufrimiento para producir resultados benéficos. (Deuteronomio 32:39)
- En su soberanía, Dios permite la maldad y el sufrimiento a través de…
- El libre albedrío de todo ser humano (que empezó con la caída en Edén (Génesis 3:6–7)
- El orden natural de las cosas (1 Reyes 19:11)
- En su soberanía, Dios permite la maldad y el sufrimiento para…
- edificar nuestro carácter (Romanos 5:3–5)
- producir algo bueno (Romanos 8:28)
- poner el pecado al descubierto (Salmos 119:67)
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. (1 Pedro 5:10)
Causas para creer que Dios es injusto
La perspectiva que tenía Job de la vida estaba saturada de dolor físico, mental y emocional. (Lea el libro de Job) Habiendo perdido el gozo, consideraba que la muerte era su mejor opción. ¿Consideraba Job que Dios es justo? Job había sufrido:
- Daño a su reputación. Su esposa y amigos pensaban que sus aflicciones se debían a sus pecados.
- Muerte de sus seres queridos. Sus hijos murieron trágicamente.
- Destrucción de su propiedad. Sus propiedades se esfumaron.
- Deterioro de su cuerpo. Su cuerpo se consumió.
- Desilusión por sus sueños perdidos. Futuro en ruinas.
- Separación de su pareja. Su esposa se alejó de él emocionalmente.
Versículo clave para memorizar
“Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto”. (Deuteronomio 32:4)
Pasaje clave para leer y meditar
La soberanía de Dios
Sométase a la soberanía de Dios aunque tal vez nunca entienda o encuentre la respuesta a sus sufrimientos. (Isaías 55:8)
Ore a Dios pidiendo discernimiento para superar sus circunstancias. (Santiago 5:13)
Busque la perspectiva del eterno propósito divino para sus sufrimientos presentes. (Juan 9:3)
Espere que Dios cambie su vida por medio de la verdad que él le revela a usted. (Salmos 119:67)
Recuerde que Dios es todopoderoso y controla todas sus circunstancias. (Juan 19:10–11)
Abra su corazón a Dios aceptando con toda honestidad sus sentimientos. (Salmos 55:22)
No permita que la amargura se anide en su corazón. (Habacuc 3:17–18)
Invierta tiempo estudiando las Escrituras y orando. (Salmos 119:15–16)
Afirme su seguridad en el amor de Dios para usted. (Lamentaciones 3:32)
Dios tornará todas las cosas para bien. (Romanos 8:28)
Acuda a Cristo que mora en usted pidiéndole su poder para obtener la victoria. (1 Pedro 5:10)
Preguntas y respuestas clave
Pregunta: “Si Dios es completamente justo, ¿No debería ser mejor mi vida?”
Respuesta: Dios es completamente justo. Si él nos pagara conforme a lo que merecemos, viviríamos sin esperanza. (Ezequiel 18:4)
Pregunta: “¿Por qué debemos sufrir en esta vida?”
Respuesta: A través de la muerte espiritual de Adán y Eva, toda la humanidad heredó una naturaleza pecaminosa. Como resultado, estamos “espiritualmente muertos” ante los ojos de Dios y necesitamos recuperar la vida espiritual. El sufrimiento es subproducto tanto de nuestros pecados como de nuestra naturaleza pecaminosa. (Salmos 51:5)
“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”. (Romanos 8:28)
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